MATEMARGARITAFUENMAYOR
jueves, 13 de marzo de 2014
jueves, 31 de octubre de 2013
Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece. Franz Kafka
¿Quién dijo que la MATEMÁTICA está reñida con la POESÍA?
LA VOZ A TI DEBIDA
Versos 702 a 739
¡Sí, todo
con exceso:
la luz, la vida, el mar!
Plural todo, plural,
luces, vidas y mares.
la luz, la vida, el mar!
Plural todo, plural,
luces, vidas y mares.
A subir, a ascender
de docenas a cientos,
de cientos a millar,
en una jubilosa
repetición sin fin,
de tu amor, unidad.
Tablas, plumas y máquinas,
todo a multiplicar,
caricia por caricia,
abrazo por volcán.
Hay que cansar los números.
Que cuenten sin parar,
que se embriaguen contando,
y que no sepan ya
cuál de ellos será el último:
¡qué vivir sin final!
Que un gran tropel de ceros
asalte nuestras dichas
esbeltas, al pasar,
y las lleve a su cima.
Que se rompan las cifras,
sin poder calcular
ni el tiempo ni los besos.
Y al otro lado ya
de cómputos, de sinos,
entregamos a ciegas
—¡exceso, qué penúltimo!—
a un gran fondo azaroso
que irresistiblemente
está cantándonos a gritos
fúlgidos de futuro:
«Eso no
es nada, aún.
Buscaos bien, hay más.»
Buscaos bien, hay más.»
Pedro
Salinas
ODA A LOS
NÚMEROS.
¡Qué sed
de saber cuánto!
¡Qué hambre
de saber
cuántas
estrellas tiene el cielo!
Nos pasamos
la infancia
contando piedras, plantas,
dedos, arenas, dientes,
la juventud contando
pétalos, cabelleras.
Contamos
los colores, los años,
las vidas y los besos,
en el campo
los bueyes, en el mar
las olas. Los navíos
se hicieron cifras que se fecundaban.
Los números parían.
Las ciudades
eran miles, millones,
el trigo centenares
de unidades que adentro
tenían otros números pequeños,
más pequeños que un grano.
El tiempo se hizo número.
La luz fue numerada
y por más que corrió con el sonido
fue su velocidad un 37.
Nos rodearon los números.
Cerrábamos la puerta,
de noche, fatigados,
llegaba un 800,
por debajo,
hasta entrar con nosotros en la cama,
y en el sueño
los 4000 y los 77
picándonos la frente
con sus martillos o sus alicates.
Los 5
agregándose
hasta entrar en el mar o en el delirio,
hasta que el sol saluda con su cero
y nos vamos corriendo
a la oficina,
al taller,
de saber cuánto!
¡Qué hambre
de saber
cuántas
estrellas tiene el cielo!
Nos pasamos
la infancia
contando piedras, plantas,
dedos, arenas, dientes,
la juventud contando
pétalos, cabelleras.
Contamos
los colores, los años,
las vidas y los besos,
en el campo
los bueyes, en el mar
las olas. Los navíos
se hicieron cifras que se fecundaban.
Los números parían.
Las ciudades
eran miles, millones,
el trigo centenares
de unidades que adentro
tenían otros números pequeños,
más pequeños que un grano.
El tiempo se hizo número.
La luz fue numerada
y por más que corrió con el sonido
fue su velocidad un 37.
Nos rodearon los números.
Cerrábamos la puerta,
de noche, fatigados,
llegaba un 800,
por debajo,
hasta entrar con nosotros en la cama,
y en el sueño
los 4000 y los 77
picándonos la frente
con sus martillos o sus alicates.
Los 5
agregándose
hasta entrar en el mar o en el delirio,
hasta que el sol saluda con su cero
y nos vamos corriendo
a la oficina,
al taller,
a la fábrica,
a comenzar de nuevo el infinito
número 1 de cada día.
Tuvimos, hombre, tiempo
para que nuestra sed
fuera saciándose,
el ancestral deseo
de enumerar las cosas
y sumarlas,
de reducirlas hasta
hacerlas polvo,
arenales de números.
Fuimos
empapelando el mundo
con números y nombres,
pero
las cosas existían,
se fugaban
del número,
enloquecían en sus cantidades,
se evaporaban
dejando
su olor o su recuerdo
y quedaban los números vacíos.
Por eso,
para ti
quiero las cosas.
Los números
que se vayan a la cárcel,
que se muevan
en columnas cerradas
procreando
hasta darnos la suma
de la totalidad de infinito.
Para ti sólo quiero
que aquellos
números del camino
te defiendan
y que tú los defiendas.
La cifra semanal de tu salario
se desarrolle hasta cubrir tu pecho.
Y del número 2 en que se enlazan
tu cuerpo y el de la mujer amada
salgan los ojos pares de tus hijos
a contar otra vez
las antiguas estrellas
Y las innumerables
espigas
que llenarán la tierra transformada.
a comenzar de nuevo el infinito
número 1 de cada día.
Tuvimos, hombre, tiempo
para que nuestra sed
fuera saciándose,
el ancestral deseo
de enumerar las cosas
y sumarlas,
de reducirlas hasta
hacerlas polvo,
arenales de números.
Fuimos
empapelando el mundo
con números y nombres,
pero
las cosas existían,
se fugaban
del número,
enloquecían en sus cantidades,
se evaporaban
dejando
su olor o su recuerdo
y quedaban los números vacíos.
Por eso,
para ti
quiero las cosas.
Los números
que se vayan a la cárcel,
que se muevan
en columnas cerradas
procreando
hasta darnos la suma
de la totalidad de infinito.
Para ti sólo quiero
que aquellos
números del camino
te defiendan
y que tú los defiendas.
La cifra semanal de tu salario
se desarrolle hasta cubrir tu pecho.
Y del número 2 en que se enlazan
tu cuerpo y el de la mujer amada
salgan los ojos pares de tus hijos
a contar otra vez
las antiguas estrellas
Y las innumerables
espigas
que llenarán la tierra transformada.
Pablo Neruda
POETA EN NUEVA YORK
Debajo de las
multiplicaciones
hay una gota
de sangre de pato;
debajo de las
divisiones
hay una gota
de sangre de marinero;
debajo de las
sumas, un río de sangre tierna. (...)
Todos los
días se matan en New York
cuatro
millones de patos,
cinco
millones de cerdos,
dos mil
palomas por el gusto de los agonizantes,
un millón de
vacas,
un millón de
corderos
y dos
millones de gallos
que dejan los
cielos hechos añicos. (...)
Yo denuncio a
la gente
que ignora la
otra mitad,
la mitad
irredimible
que levanta
sus montes de cemento
donde laten
los corazones
de los
animalitos que se olvidan
y donde
caeremos todos
en la última
fiesta de los taladros. (...)
Óxido,
fermento, tierra estremecida.
Tierra tú
mismo que nadas por los números de la oficina.
¿Qué voy a
hacer? ¿Ordenar los paisajes?
(...)
F. García Lorca
Descubre ahora a Omar Khayamm , matemático persa del siglo XI. Sus RUBAIYATS, cuartetas escritas hace casi mil años, son deliciosas y eternas.
Herbert Cole. Retrato de Omar Khayyam, 1900.
Más allá de los límites de la Tierra,
más allá del límite Infinito,
buscaba yo el Cielo y el Infierno.
Pero una voz severa me advirtió: "El Cielo y el Infierno están en ti."
La brisa primaveral refresca el rostro de las rosas.
Y en la sombra azulada del jardín,acariacia también el rostro de mi bien amada.
A pesar de la ventura que gozamos, olvido nuestro pasado.
¡Tan irresistible es la dulzura del Presente!
La brisa primaveral refresca el rostro de las rosas.
Y en la sombra azulada del jardín,acariacia también el rostro de mi bien amada.
A pesar de la ventura que gozamos, olvido nuestro pasado.
¡Tan irresistible es la dulzura del Presente!
jueves, 17 de octubre de 2013
El estudio profundo de la naturaleza es la fuente más fértil de descubrimientos matemáticos. Joseph Fourier
Descubre la geometría fractal.
Acabas de ver la primera parte del interesante documental de Odissey. Si te has quedado con ganas de más, continúa con estos enlaces:
jueves, 10 de octubre de 2013
El álgebra es muy generosa. Siempre nos dice más de lo que le preguntamos. D'Alembert
El pasado 26 de Septiembre se celebró el día Europeo de las Lenguas, ¿te has planteado que las MATEMÁTICAS también son un lenguaje?
El lenguaje de las matemáticas
viajeaitacaconmanoli.blogspot.com
Afirma un estudio de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, EE.UU (2006) que los bebés antes de hablar o caminar ya entienden de números. Y que cuando cumplen 7 meses, ya tienen una comprensión abstracta de ellos y son capaces de correlacionar el número de voces que oyen con el número de caras que ven.
¡Las matemáticas son un lenguaje. Y un lenguaje
universal!
Por eso los científicos son capaces de
comunicarse entre sí aunque no comprendan el idioma con quien comparten su
información.
La universalidad de las matemáticas trae
consigo cosas intrigantes. Por ejemplo, existen números que se consideran
fundamentales en el Universo en que vivimos, por ejemplo la Constante de la
Gravitación Universal en el sistema de Isaac Newton (6,673 84 * 10 elevado a la
-11 m cúbico / kg * s al cuadrado), la Velocidad de la Luz en la Relatividad de
Einstein (299 792 458 m/s), la Carga del Electrón buscada por Millikan (1,602
176 565 * 10 elevado a la -19 C), la constante de Planck de la Mecánica
Cuántica (6,626 069 57 * 10 elevado a la -34 J * s), etc.. Si estos números
hubieran sido bastante diferentes, los planetas se perderían en el espacio, las
estrellas (como el Sol) brillarían por un tiempo demasiado breve, las moléculas
no podrían formarse, los átomos no existirían, etc.
No importa la notación, el sistema de medidas,
si es decimal, binario, maya, guaraní, etc., los números son universales, tan
universales que probablemente sea el idioma ideal para intentar comunicarnos
hasta con seres extraterrestres…
¿Has oido hablar de las sondas Voyager?, ¿Y de Carl Sagan?,
¿Y de la película CONTACT?
¡Es también lenguaje de la belleza!
Para entender y aprender las matemáticas es necesario conocer su
idioma, pues en caso contrario, aunque se digan cosas muy sencillas, no se
entenderán.
Se expresan en un lenguaje especial, que es un dialecto del lenguaje natural (en
nuestro caso, castellano), en el que no debe caber la posibilidad de
interpretaciones diversas.
Las matemáticas fueron primeramente utilizadas como método de medida de las circunstancias y acontecimientos físicos.
Y quizás esa debería ser su principal función. Sin
embargo, con el desarrollo de operaciones y sistemas matemáticos se cree haber sobrepasado el simple método de medida para
convertir las matemáticas en un leguaje de expresión y demostración con el cual
podemos averiguar toda la realidad física.
El Lenguaje algebraico, el lenguaje matemático.
El lenguaje algebraico nace en la civilización musulmana en el período de Al–khwarizmi (s.IX-X), al cual se le considera el padre del Álgebra,
y nos sirve para traducir de forma clara y concisa información del lenguaje
coloquial a las matemáticas.
Consta principalmente de las letras de alfabeto, símbolos y
algunos vocablos griego que podemos conjugar con números para obtener “frases”:
las expresiones algebraicas.

La principal función del lenguaje algebraico es estructurar un
idioma que ayude a generalizar las diferentes operaciones que se desarrollan
dentro de la aritmética, por ejemplo: si queremos sumar dos números cualesquiera
basta con decir a + b; donde la letra a indique que es un número cualquiera de
la numeración que conocemos, b de la misma manera que a significa un número
cualquiera de la numeración.
Y ayuda a mantener relaciones generales para razonamiento de
problemas a los que se puede enfrentar cualquier ser humano en la vida
cotidiana.
Ya sabes, conoces la lengua española, el inglés, el francés, el
latín, el griego…¡y también las matemáticas!
miércoles, 9 de octubre de 2013
Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar.- HIPATÍA
Nace aquí un blog sobre MATEMÁTICAS que pretende haceros ver la asignatura con otros ojos...
Esta entrada participa en la 3,14159 Edición del Carnaval de Matemáticas que aloja José Lopez Nicolás en su blog Scientia
¿SABÍAS CÓMO...?
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